En un cuenco echamos el agua templada, la levadura, el azúcar y el psyllium. Removemos y dejamos que se active la levadura. Mientras, en el cuenco de la amasadora pesamos todas las harinas y almidones. Añadimos la sal y removemos.
Cuando veamos que la levadura comienza a hacer burbujas, lo echamos a las harinas y amasamos. Amasamos hasta que veamos que todos los ingredientes están bien integrados. Añadimos el aceite y la goma xantana y seguimos batiendo hasta que la masa quede lisa. Es bastante pegajosa pero es normal.
Cubrimos con film transparente (yo uso un gorro de ducha) y dejamos fermentar hasta que dobla su tamaño. Podemos hacerlo a temperatura ambiente, en un lugar sin corrientes de aire. Serán aproximadamente 40 minutos o una hora.Pero también podemos optar por una fermentación en frío: en la nevera durante unas 6 u 8 horas o incluso toda la noche. Esta opción me gusta porque mejora el sabor del pan, facilita su digestión y además en frío es más fácil controlar la fermentación porque es más lenta y no sobrefermenta.
Precalentamos el horno a 220º o a 200º si tu horno es muy potente (el mío actual lo quema). Colocamos un papel de horno y nos untamos las manos con aceite de oliva para que no se nos pegue la masa.
Damos forma a la hogaza. Si necesitamos añadir algo de harina de arroz, debemos tener cuidado de no pasarnos ya que sino, quedará el pan duro. Para dar forma a la hogaza lo iremos boleando (vamos dando forma de bola, remetiendo la masa por debajo). También podemos doblarlo varias veces y luego dejar los pliegues en la parte inferior.
Marcamos la greña con un cuchillo y horneamos a 200º durante 45 – 50 minutos. Es aconsejable poner una bandeja en el fondo del horno y echarle medio vaso de agua al meter el pan. Así, se formará vapor que ayudará a la formación de la corteza. Pasados los primeros 20 minutos de horneado, abre con cuidado la puerta del horno y deja salir el vapor.Importante: dejar enfriar el pan en un rejilla completamente antes de cortarlo.