Esta receta es súper sencilla: Precalienta el horno a 180º. Pon papel de hornear sobre la bandeja del horno y comenzamos.
Bate ligeramente 2 huevos con una pizca de sal. Añade 1 yogur griego y mézclalo bien. A continuación, incorporamos la harina de almendras, pero la mitad y luego la otra mitad. Por último, añadimos la levadura química o polvos de hornear.
Con la ayuda de un medidor o de una cuchara de helados, formamos los panes y los vamos colocando sobre la bandeja del horno. No intentes darles forma con las manos porque la masa es súper pegajosa. Según el tamaño, dependerá el horneado. Yo he hecho 7 panecitos grandes y los he tenido 18 minutos. Si los haces más pequeños (unos 12) pueden tardar entre 12 y 14 minutos. Asegúrate que queden un poco dorados.
Están riquísimos calientes. Pero si te sobran, puedes guardarlos en un tupper y a la nevera o en el congelador. Antes de comer, calentar con un toque de microondas y ¡disfruta!