Es empezar a pensar en esta ensalada de brócoli y comienzo a salivar. Así de rica está. Tiene todos los componentes que me gustan de las ensaladas: contraste de sabores, delicioso aliño y texturas diferentes y crujientes.

Lo primero que debemos dejar claro es que el brócoli en esta ensalada está crudo. Eso es. Imagina lo que tardas en preparar este plato. No sé si sabes de las propiedades y lo interesante que es el consumo del brócoli (así como otras plantas crucíferas). Yo tuve la oportunidad de acudir a una charla de Marian García (Boticaria García) donde nos lo explicó. Desde ese mismo momento, entendí que el brócoli se iba a convertir en un habitual de mi cocina y semanalmente lo incluyo en mi lista de la compra.

La versión que te voy a dejar hoy está adaptada a la dieta keto. Pero puedes adaptarla a tu gusto con los frutos secos, incluso fruta fresca o deshidratada que te guste. Te dejo algunas ideas:

manzana troceada
arándanos deshidratados
arándanos frescos
anacardos tostados
almendras tostadas
fresas troceadas

Consejo para tener una ensalada de brócoli llena de sabor:

Para que el brócoli coja todo el sabor del aliño, te recomiendo prepararlo con antelación y guardarlo en la nevera ya mezclado. Sin embargo, no le añadas los frutos secos y semillas ni el beicon (o fruta) para que no se reblandezca. Lo que yo hago es hacer toda la mezcla de frutos secos y semillas y dejarlo en un tarro o cuenco. Lo echo a la ensalada justo antes de comer.

Para el aliño yo utilizo 1 yogur griego y la misma cantidad de mayonesa (a ser posible casera). En el caso de la dieta cetogénica, no hay problema con consumir estas grasas ya que al eliminar los hidratos de carbono, la energía del cuerpo proviene de las grasas. Si lo quieres hacer algo más ligero, puedes usar yogur desnatado y en lugar de mayonesa, hacer un pequeño aliño con aceite de oliva virgen extra y limón.

Cómo hacer mayonesa casera:

Por si acaso no sabes cómo hacer mayonesa casera, es lo más fácil del mundo. Necesitas: una minipimer, un huevo, sal, medio limón (o vinagre) y aceite. Yo combino tanto aceite suave como AOVE. Echa el huevo en el vasito de la minipimer, una pizca de sal, el zumo de medio limón y un buen chorro de AOVE. Mete la minipimer y empieza a mezclar. En cuanto coja un poco de color blanco, añade el aceite suave en un hilo. Lleva bastante aceite, así que echa hasta que veas que tienes suficiente mayonesa.