Por fin, después de hornear un total de 6 bandejas de focaccia sin gluten. Después de haber cambiado las proporciones, tamaño y finalmente, he cambiado harinas para conseguir una riquísima focaccia sin gluten. Está hecha con harinas naturales, no lleva lácteos ni huevos (es vegana) y es bastante fácil de hacer.
La focaccia es un pan de origen italiano y tiene, en mi opinión, dos características que lo hacen muy especial; la primera es que tiene un porcentaje muy alto de hidratación. La segunda es que lleva un porcentaje también alto de AOVE y es muy característico el sabor que le da.
Llevaba tiempo queriendo hacer esta receta de pan casera. Primero pensé en hacerla con un mix de harina sin gluten comercial, pero la primera prueba no me gustó así que me animé a empezar a probar con mis harinas naturales.
Pensé en el almidón de yuca por que le daría más elasticidad a la masa. Pero finalmente me he dado cuenta que dejaba la miga húmeda, sobre todo cuando la focaccia está aún caliente – que es además, la mejor forma de comerla.
Me encanta la combinación de harina de arroz con trigo sarraceno. El sabor es suave y la textura también. Como alternativa al almidón de yuca, he usado almidón de trigo certificado sin gluten que puedes encontrar en Foody (código descuento ADRI10).
Si no consigues almidón de trigo certificado sin gluten, puedes usar el almidón de yuca y dejar que enfríe la focaccia; en este caso te recomiendo volver a calentar y comer templada. Sino, también funcionará bien el almidón de maíz o maicena. Si me sigues desde hace tiempo, sabes que no me gusta mucho pero sé que es económico y fácil de encontrar.
Vamos allá con esta riquísima receta de focaccia sin gluten:
Ingredients
- 75 g harina de trigo sarraceno
- 70 g harina de arroz
- 55 g almidón de trigo *siempre certificado sin gluten
- 12 g psyllium molido
- 3 g goma xantana
- 5 g sal
- 5 g impulsor químico o polvos de hornear
- 45 g aceite de oliva virgen extra
- 4 g levadura de panadería seca o 12 g de levadura fresca
- 200 g agua templada
- 10 g azúcar *es sólo para activar la levadura
Instructions
- En un cuenco vierte el agua, la levadura de panadería y el azúcar. Mezcla con una varilla y deja reposar hasta que veas que empieza a espumar. Esto quiere decir que la levadura está activa.
- En el bol de la batidora, pesa y mezcla todos los demás ingredientes secos: harina de trigo sarraceno, harina de arroz, almidón de trigo, psyllium, goma xantana, sal e impulsor químico o levadura Royal.
- Cuando la levadura esté activa, añade al bol junto con el aceite y comienza a amasar. Es importante amasar hasta que el aceite quede bien integrado y veas una masa lisa, elástica, que se separa de las paredes del vaso. Eso sí, también es pegajosa. Puedes amasar a mano también.
- Haz una bola y deja que la masa fermente durante unos 40 minutos o más. Verás que crece un poco en tamaño y la masa es menos pegajosa. Cubre con papel film (yo uso un gorro de ducha y así lo uso muchas veces).Cubre una bandeja de horno con un poco de AOVE (aceite de oliva virgen extra), coloca un papel de hornear encima y cubre con otro poco de aceite.
- Cuando la masa haya hecho ese primer levado, extiende la masa en el molde de horno con ayuda de las manos. Cubre de nuevo con un film y toca hacer el segundo levado. Tienes dos opciones: 1. A temperatura ambiente o en el horno, apagado. Serán otra vez 40 minutos aprox. 2. Si tienes tiempo, te recomiendo un levado en frío, en la nevera durante 8 a 12 horas. Potencia mucho los sabores y te aseguras un buen levado así como una mejor digestión.
- Precalienta el horno a 200º con calor arriba y abajo, sin aire. Deja que la masa se atempere si has hecho el levado en frío. Mientras se calienta el horno, cubre la parte de arriba de la focaccia con un poco de AOVE y con los dedos, ve haciendo hendiduras por toda la masa. Luego puedes decorar con tomates cherry, romero fresco, cebolla, aceitunas, pesto, queso feta… y muy importante, sal gruesa que le da un sabor buenísimo.
- Hornea 10 minutos a 200º y luego baja la temperatura (sin abrir la puerta del horno) a 180º para dejar otros 15 minutos. Está delicioso calentito. Se puede recalentar en el tostador, horno o freidora de aire si tienes restos.