Lo primero que me llamó muchísimo la atención fue el nombre Casa de Comer Entrepiedras. Pensé, aquí vamos a comer muy bien. Pero lo segundo con lo que me sorprendieron fue con que tienen el Cocido Maragato sin gluten.
Empezemos por el principio. Teníamos un viaje organizado con amigos desde hacía meses a León. Un viaje gastronómico para disfrutar de la comida y de pasear y de comer más. El organizador es de la zona y se encargaba de las reservas en los distintos restaurantes y el hotel. Y se olvidó de que yo soy celiaca. Pero no pasa nada porque yo iba muy preparada con tostadas de pan, frutos secos, mandarinas… ¡Todo ha venido de vuelta a casa porque no lo he necesitado!
La mañana del domingo salimos hacia Astorga, dimos un paseo precioso por la Catedral, el Palacio Gaudí y compramos hojaldres y mantecados (no he encontrado sin gluten). Como veis, el tiempo ha sido estupendo.
En Castrillo de Polvazares, un pequeño pueblo cerca de Astorga. No se puede entrar con los coches. Se dejan en un aparcamiento a las afueras del pueblo y entras a pie. Tras pasar varios locales, todos con muy buena pinta, llegamos a la Casa de Comer Entrepiedras. Yo había leído en internet que te podían adaptar el cocido a la dieta sin gluten. Pero miré su página web y allí ya no especificaba nada.
Al entrar te sorprende su original decoración y un precioso patio interior. Pasamos a nuestro salón y al preguntar a la camarera me indica que no hay ningún problema y me encarga mi Cocido Maragato para celiacos.
Se comienza por la carne: chorizo, punta de jamón, costillas, tocino, con su bollito y todo…También llevaba oreja, pero yo no lo probé. Muchísima cantidad. Me ofrecieron pan sin gluten pero era de molde y sin tostar, así que preferí sin pan.
De segundo te sirven los garbanzos con repollo. Los garbanzos son pequeños, tiernos, con una piel suave que se deshace en la boca.Por último, la sopa. Pensé que no la iba a probar, pero tenía buena pinta… ¡lo más rico en mi opinión!
De postre nos sirvieron natillas caseras (a mí sin la galleta maría). Para despedirnos, nos regalaron unas bolsitas de garbanzos de la zona que pienso probar muy pronto en mi Olla Lenta.
Una experiencia fantástica y 100% recomendable.