Segundo día de nuestra aventura newyorkina (recuerda que tienes mi Google Map de Nueva York sin gluten). Quiero enseñar a mis hijos otro Manhattan. Ayer (día 1) vimos el contraste entre el distrito financiero, Chinatown y Little Italy. Hoy, en Nueva York sin gluten día 2, quiero descubrir el High Line. Un parque diferente, recuperando unas viejas vías de tren que ya no se utilizaban. Se salvó de ser demolido en 2009 gracias a los vecinos y a la ciudad de Nueva York y hoy (como lo citan en su web) es un espacio público híbrido donde los visitantes experimentan naturaleza, arte y diseño.
Desde nuestro hotel en la calle 28 tomamos el metro 1 hasta la calle 14. Salimos y caminamos por Gansevoort hasta la entrada al High Line, justo al lado del Museo Whitney Houston (es en su honor pero el museo no va de ella). El horario del parque es de 7:00 am hasta las 10:00pm. Mientras vamos andando vemos muchas familias con niños pequeños y pensamos lo difícil que debe ser vivir en una ciudad como Nueva York con niños. Pero luego veo estas casas con esta puerta azul y esa preciosa luz y me quiero quedar a vivir aquí.
Se accede al High Line por unas escaleras y simplemente caminas. Vas viendo edificios, el rio Hudson, unas vistas espectaculares de la ciudad e incluso desde algunos puntos puedes ver la Estatua de la Libertad. Hay pequeñas exposiciones, zonas para conciertos y bancos para disfrutar un café.
Seguimos caminando pero no llegamos hasta el final, unos metros antes, vemos un desvío a Hudson Yards. Yo había leído que 15 días antes de nuestro viaje habían inaugurado «The Vessel«. Hablaba de una especie de escultura arquitectónica y de escaleras infinitas. Es gratuito pero necesitas un ticket. Como aún no es muy conocido, no tuvimos problemas pero te recomiendo sacar el ticket en la web con la franja horaria en la que lo vas a visitar. Sino, a partir de las 9:30 se pueden recoger las entradas allí mismo.
Llegamos temprano y no abre hasta las 10:00. Tomamos un café en el Centro Comercial Hudson Yards y a las 10:00 comenzamos a subir escaleras. Y a subir escaleras. Y más escaleras. Hay un sólo ascensor pero es muy lento y piden que solamente su utilice en caso de discapacidad o problema de salud. Por fin llegamos arriba y merece la pena. ¡Las vistas de la ciudad y del río son espectaculares!
Tras estas espectaculares vistas, caminamos hasta la Avda. 11 (la que va pegada al Río Hudson) y comenzamos a subir. Vamos dirección al Pier 83 para coger un crucero (incluido en el City Pass con la empresa Circle Line). Nosotros fuimos sin saber a qué hora eran los cruceros; así que te recomiendo calcular un poco la hora, aunque tienes que llegar con tiempo.
El crucero es espectacular. Tienes una visión de Manhattan que no puedes obtener desde ningún otro punto de vista. Yo pensé que tampoco se iba a ver mucho y me sorprendió la cantidad de edificios que puedes observar desde el barco. Además, vimos la Estatua de La Libertad, el Puente de Brooklyn, Nueva Jersey y mucho más. Perdonad que no tenga muchas fotos pero me limité a disfrutar…
Terminamos a las 15:00 de la tarde y fuimos dando un paseo por toda la calle 42 hasta Times Square. Comimos una ensalada en el hotel y descansamos un rato. Menuda mañana más intensa para nuestra aventura en Nueva York sin gluten: día 2.
Esta zona no tiene muchas opciones de comida (en general) y sin gluten en particular. En el crucero venden pretezls y perritos calientes pero no creo que haya ninguna opción sin gluten, al menos con garantías. Por ello, es una opción recomendable llevar un bocata o sandwich. Aunque dicen que no se puede subir comida al barco, nosotros llevamos un aperitivo y agua y no tuvimos ningún problema. Muchas familias sacaron bocadillos.
Ya por la tarde – noche salimos a ver Times Square con las luces. Los niños (y no tan niños) lo pasaron fenomenal en la tienda de chocolates Hershey’s. Después, nos acercamos a cenar (con reserva) al Hard Rock Café. Tienen hamburguesas sin gluten pero las raciones son tan grandes, ¡que ni siquiera miré los postres!
Otras opciones de comida sin gluten:
- Friedman’s: me quedé con muchas ganas de conocer este restaurante. Hay varios por la ciudad e incluso había uno cerca del hotel, pero al final no tuve oportunidad. Otro motivo más para volver.
- The Little Beet Table: Otra excelente opción sin gluten, pero al que no tuve ocasión de ir. Está muy basado en verduras y es comida muy sana. Lo descartamos porque yendo con niños, nos resultaba más fácil (y económicas) otras opciones
- Senza Gluten: Más retirado y algo caro, pero por lo que he leído, muy recomendable.
- Chipotle: hay muchos y con opciones sin gluten. Recuerda pedir que se cambien los guantes.
Aquí tienes mi Mapa de Nueva York Sin Gluten: