de keto a low carb y ahora

De keto a low carb… ¿y ahora? Me he debatido mucho si contar o no mi transición de keto a low carb y a mi alimentación y estilo de vida actual.

Hace dos años, en mayo de 2020, justo saliendo de la primera ola de la pandemia y aún con poca libertad de movimiento, empecé una dieta keto o cetogénica. Mi objetivo era perder peso y rápido. Como muchos, durante la cuarentena (aunque también de antes) había cogido algún kilo de más. Quería deshacerme de esos kilos y además rápido, a ser posible para el verano.

Grabé un vídeo y os conté en qué consistía este estilo de alimentación. Me encontraba bien y había descubierto que mi gran problema es que siempre tenía hambre. Me resultaba muy difícil hacer otras dietas o comer menos porque me pasaba el día con hambre e intentando no picar entre horas.

Ahora creo que eran picos de glucosa porque me doy cuenta que basaba mi alimentación en carbohidratos. Comía mucho pan, muchas patatas y arroz, quinoa… yo creía que lo estaba haciendo bien. Lo acompañaba de verduras y siempre con poca grasa. Pero, ¿por qué no conseguía perder peso y sobre todo, por qué tenía tanta hambre? Quizás también me faltaban más verduras y más proteína. Seguro que también me faltaba movimiento.

Con la dieta cetogénica y el aumento de grasas saludables por fin empecé a saciarme. Pero se me hizo imposible seguir una dieta tan restrictiva. Pasaron los meses y empezamos a hacer vida algo más normal. Me resultaba muy complicado hacer comidas diferentes para mí y para mi familia. Ya suficiente tenemos con la celiaquía.

Así que empecé a ver a Noor, una Nutricionista holandesa con la que acabé colaborando, traduciendo su libro Simply Low Carb. Me enseñó muchas cosas, entre otras, que me fallaba el deporte, que tenía niveles de estrés muy altos y en definitiva, que perder peso o estar saludable no sólo es una dieta.

En estos momentos, si bien hago una dieta más bien baja en carbohidratos, he descubierto el almidón resistente y los beneficios que tiene para nuestra microbiota. He empezado a hacer ejercicios de fuerza y a moverme mucho más (caminar y bicicleta) y me encuentro muchísimo mejor.

¿El peso? Aún me queda algo de peso que perder, pero ya no es mi prioridad porque me encuentro mejor. No me limita ningún alimento ni grupo de alimentos (solamente el gluten por la celiaquía). Pero procuro que los dulces, las patatas fritas así como otros ultraprocesados sean de un consumo ocasional y no la norma.

También he descubierto el ayuno intermitente y muy poco a poco, he ido haciendo ayunos más largos (nunca he hecho un ayuno de más de 18 horas). Me sientan bien y en todo este proceso, he aprendido a escuchar a mi cuerpo. A entender que hay alimentos que no me hacen bien. Si como azúcar, tengo hambre al rato (hambre de más azúcar) así como un dolor de cabeza constante. ¿Quiere decir eso que nunca como azúcar? Pues no. Quiere decir que intento evitarlo.

Procuro que mi dieta se base en alimentos naturales y no en productos procesados y mucho menos en ultraprocesados. Sin agobios. Disfrutando de la vida, del placer de comer. Comiendo mucha verdura y fruta variada, proteínas de calidad y siempre aprendiendo.

Aún me queda mucho por aprender. Tengo que seguir escuchando mi cuerpo y seguir retándome a moverme más. A comer mejor. Por mí y por mis hijos.

Todos los comentarios, siempre desde el respeto son bienvenidos. No soy nutricionista ni dietista. No busco decirte qué dieta o estilo de vida debes llevar. Solamente comparto mi experiencia y mi aprendizaje en estos dos años.