pavo asado navidad o thanksgiving

Hoy traigo una receta que hago año tras año. Un pavo asado relleno con cítricos y hierbas aromáticas. En casa lo solemos comer para Thanksgiving o Acción de Gracias en Noviembre. Pero también es una receta perfecta para las Navidades.

A veces el pavo tiene fama de ser seco, pero es cuestión del horneado. En esta receta te voy a dar todos los trucos para que te quede un pavo súper jugoso. Además es que es facilísimo de preparar.

TAMAÑO DEL PAVO:

Lo primero es escoger un buen pavo y del tamaño adecuado. Se suele calcular aproximadamente 500 gramos por persona de peso. En este caso, no se tiene en cuenta muchos aperitivos sino que el pavo es el plato principal con acompañamientos (que luego os detallaré también algunas ideas). Si te gusta tener restos, redondea hacía arriba.

Es decir, para 6 personas, te recomendaría un pavo de mínimo 3 kilos. Yo personalmente lo compraría más bien de 3,5 o algo más. Se pueden preparar tantas recetas con los restos del pavo asado: desde sándwiches riquísimos, ensaladas, salsa para una pasta… así que te animo a comprarlo un poco más grande y aprovechar los restos.

PREPARACIÓN:

Hay muchísimas formas de hacer un pavo asado. Yo personalmente he probado varias, pero me decanto por esta por ser la más sencilla y además con unos resultados increíbles.

Lo primero y más importante es asegurarnos que el pavo está a temperatura ambiente cuando llegue el momento de meterlo al horno. Esto es especialmente relevante si el pavo está congelado. Tardará incluso un par de días, según el tamaño, en descongelarse en la nevera, así que por favor ten esto en cuenta. Es fundamental, sino, los tiempos que te explicaré en el siguiente apartado no sirven.

Para preparar el pavo, no es necesario lavarlo, solamente secarlo un poco con papel de cocina. Si tiene muchas plumas, te tocará desplumarlo. ¿Lo mejor? Usar unas pinzas de depilar, son fantásticas para quitar las plumas.

menú pavo asado

Sobre la bandeja de horno o la fuente que vayamos a usar colocaremos una base de verduras: patata, cebolla, zanahoria y también podemos incluir cítricos troceados si quieres. El pavo lo colocaremos sobre esta base para que no toque el fondo y que los líquidos que va soltando durante la cocción se queden ahí.

Rellenaremos el pavo (aunque este relleno no lo comeremos, es sólo para darle sabor). No hay que rellenarlo demasiado o sino afecta a los tiempos de horneado. Según el tamaño de tu pavo entrará más o menos, pero que no quede apretado.

RELLENO DE CÍTRICOS: Naranja(s), limón(es), mandarina(s) cortados en ocho trozos. Los aliñaremos con AOVE o mantequilla y especias a ser posibles frescas: tomillo, romero y sage así como sal y pimienta.

Por último, nos toca MASAJEAR el pavo. Puedes hacerlo con AOVE aunque personalmente, nos encanta con mantequilla. Una buena mantequilla con las hierbas aromáticas picadas que hemos usado antes, ralladura de limón y de naranja, sal y pimienta.

Masajeamos el pavo con la mantequilla y un truco importante para que la pechuga no se quede seca: separa con cuidado con las manos, la piel del pavo, de la pechuga y mete mantequilla por ahí. Aproximadamente tienes que intentar entrar un palmo. Esto le da una jugosidad, sabor y un toque crujiente final de la piel espectacular.

HORNEADO

Ya tenemos el pavo preparado. Precalentamos bien el horno a 170º, sin aire, pero con calor arriba y abajo. El pavo lo colocaremos en la rejilla o parte inferior del horno. El tiempo de horneado también va en función del tamaño del pavo.

Por cada 500 gramos de pavo, unos 15 minutos. Es decir, siguiendo con nuestro ejemplo de un pavo de 3 kilos, necesitaremos 1 hora y 30 minutos. Si el pavo son 4,5 kilos, necesitaremos 2 horas y 15 minutos.

Estos tiempos son aproximados. Lo ideal es tener un termómetro de carne como este para comprobar la temperatura interior. Este termómetro se pincha en el pavo, cuando la temperatura interior llegue a 70º Celsius, ya podremos sacar el pavo del horno.

Pero no te preocupes que si no lo tienes, también hay otra forma de comprobar que la carne está bien hecha. Para ello y una vez pasado el tiempo de horneado, pincha en una zona con mucha carne con un cuchillo largo. Introduce bien el cuchillo y después, aprieta ligeramente alrededor corte que hemos hecho.

Ahora observa el líquido que sale: ¿es transparente? Ya puedes sacar el pavo! ¿Tiene sangre? Debes dejarlo más tiempo. Te recomiendo ir probando en intervalos de 15 minutos.

Un par de consejos:

  1. Si el pavo es muy grande y tienes miedo que se seque la pechuga, cocínalo con la pechuga hacía abajo. Queda más feo, pero al caer los jugos por dentro, humedecen esta parte más seca y queda súper jugoso.
  2. No ates las patas del pavo para hornearlo; es preferible dejarlas sueltas y además así puedes comprobar que el pavo está en su punto cuando lo sientas bien suelto al moverlo.

CORTAR EL PAVO ASADO:

Pasado el tiempo de horneado, saca el pavo y ¡ten en cuenta que debe reposar! No se puede cortar recién horneado. Para ello, te recomiendo taparlo con papel de aluminio y cubrirlo con trapos de cocina. Según el tamaño necesitará reposar entre 30 minutos y una hora, cuanto más grande, más tiempo de reposo.

Tras el reposo, debemos coger los jugos del pavo y te propongo hacer una pequeña salsa o gravy. Simplemente calentamos estos jugos y disolvemos una cucharada o dos de almidón de maíz o de arruruz en el mismo. Por si acaso, yo suelo tener caldo de pollo o pavo casero porque a veces no sale demasiada cantidad o se ha evaporado durante el horneado. Aunque es raro que no tengas suficiente.

pavo asado troceado

Yo no soy experta en cortar el pavo, pero lo que me resulta más fácil es sacar los muslos y servirlos enteros. La pechuga se puede extraer y trocear en sentido horizontal, como medallones. Hay vídeos en youtube donde puedes ver el paso a paso muy bien explicado.

ACOMPAÑAMIENTOS:

Los acompañamientos más típicos del pavo asado de Acción de Gracias es el relleno (stuffing), aunque no se suele cocinar dentro del pavo, se le llama así. Esta receta sin embargo, lo dejaremos para otra ocasión y hoy te propongo acompañamientos sencillos. En casa nos encanta:

  • Puré de patatas.
  • Boniato asado al horno con un poco de azúcar (o eritritrol) caramelizado por encima.
  • Brócoli hervido y gratinado al horno con una salsa de queso: crema philadephia + ralladura de limón + zumo de limón + ajo en polvo y opcional, jengibre en polvo. Colocamos el brócoli en una bandeja ya cocinado y cubrimos con la crema de queso. Decoramos con unas láminas de almendra y gratinamos unos minutos en el horno.
  • Coles de bruselas en la Air Fryer.

Como postres, una tarta de manzana, un pie de calabaza (o puedes probar esta deliciosa versión de cheesecake con calabaza). También le va fenomenal esta tarta de lima sin horno.

Aprovecho también para dejarte aquí algunas propuestas de decoración de tu mesa, muy sencillas que puedes hacer tú mismo.